Después de haber leído el artículo anterior de mi compañero Mith me ha venido a la mente escribir sobre este peculiar juego que tantos devotos ha cosechado a lo largo del mundo, World of wacraft.Veamos...¿Quien no conoce el mágico mundo de Warcraft? las extensas llanuras de Azeroth, quien no ha sido pescador y cocinero en World of warcraft (a partir de ahora WOW) o desollador y peletero, todos llevamos dentro esa vena pícara y cuando nadie nos ve nos escondemos detrás de las cortinas e intentamos eviscerar sigilosamente nuestras almohadas. Y es que hay que reconocerlo, WOW ya no es un juego, es un mundo, totalmente lleno de posibilidades y será por eso por lo que sigue siendo el rey indiscutible en el género de los MMORPG desde que salió a la venta. Pero para muchos no solo es un mundo también es una droga, suena increíble pero últimamente se habla mucho sobre el daño que nos está haciendo la tecnología, que si internet es una "enfermedad", que si WOW es una droga adictiva... y es cierto, el juego engancha amigos, pero como todo en la vida debe tener su justa medida, nada es bueno o malo por si solo, al final todo depende del uso que hacemos de las cosas. Pasar 3h con tus amigos matando elfos y recorriendo el mundo de WOW a lomos de tu montura, en un barco, o volando... puede ser muy divertido, tirarte 24h dentro del juego sin cogerle el telefono a tu novia y morir por inanición a los 3 dias puede que no lo sea tanto.Tal vez esa sea la baza mas grande de WOW la perfecta coherencia entre la historia y el mundo de fantasía que ha creado lo que nos mantiene prisioneros en un mundo con el que sería imposible soñar...
Un servidor ya tuvo sus aventuras por WOW y seguramente algun dia vuelva a el, cuando las tropas de la alianza vuelvan a invocar mi nombre...
Que va a ser una droga el WoW, si solo te quita la vida y el alma para quedarsela el. Blizzard tiene una buena coleccion de almas
ResponderEliminarEn serio, tus articulos son la puta ostia Saul
¡La transformación es completa!
ResponderEliminarAún recuerdo a mi compañero Alucárd recibiéndonos despeinado, en bata y con cigarrillo vicioso en mano, haciendo pausas solamente para orinar y comer, aunque al final comía también jugando.
O a mi compañero Ilúvatar, diciendo que la expansión salía un día, y que no le llamáramos en las siguientes semanas.
Servidor también tuvo que luchar por salir de ese mundo.